Tres buitres acecinados

"En el bosque sólo se escuchaba el cacuminal clamor de un buitre acecinado... "

domingo, 28 de noviembre de 2010

Navidad: el comienzo


Sí, señor: los malagueños tenemos mucha chorra. Ni el mayor diluvio del mundo evitó que los cuatro millones (¡una pila!) de bombillitas led poblaran las calles del Sentro. Se han ido liando a las ramas de los árboles como si de un guarrito se tratase. Además, han ido apareciendo renos y pingüinos to grillaos por las glorietas con césped y pascueros (faltaban los chícharos) medio arrancados por el viento a bocaná de las últimas horas. Por si eso no fuera suficiente, comentan que la Alameda Principal se fue iluminando como una biznaga, y dejó a más de un merdellón un poco ehnortao.

A partir de ahora, será perita pasear por Calle Larios, mirando prevelicaos cómo se lía la mandanga en busca de la mejor ganga. Entrar en una cafetería y pedir una nube, o ya puestos un campero junto a esas amigas tuyas cuya relación con la literatura está un poco guahnía. Pero sin duda lo mejor será cuando Margi grite que nos subamos a la chorraera, y volvamos a la niñez entre miles de bombillas led sin beber ni una gota de calimocho.

Sí, señor: ha llegado la Navidad a un mes de que la celebremos oficialmente. Aquí en Málaga no nieva, y a veces tenemos que despojarnos de nuestros abrigos porque el sol abrasa. Pero el espíritu es el mismo, aunque utilicemos otros vocablos.

No te rompas la cabeza si no entiendes: utiliza tu imaginación, y que no se te vaya la olla.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Hay que aguantar el chaparrón

Por cierto, Polly, la última frase de tu última entrada me recordó a una canción de uno de esos grupos raros que me gustan a mí.

buitre Mortadelo

Los buitres


Yo sé lo que es una casa vací­a en dí­as como hoy,
beber sola y tener ganas de llorar.
Yo sé lo que es una canción triste en dí­as como hoy,
pasear sola y no tener dónde mirar.

Conozco la fuerza de un recuerdo en dí­as como hoy,
necesitar un amigo y no poder marcar.

Pero, chico, la vida es así­,
y aunque los buitres
nunca vuelen solos
hay que aguantar el chaparrón.

Yo sé lo que es una canción triste en dí­as como hoy,
sentir el tirón y tener que frenar.
Conozco la fuerza de un recuerdo en dí­as como hoy,
necesitar un amigo y no poder marcar.

Pero, chico, la vida es así­,
y aunque los buitres
nunca vuelen solos
hay que aguantar el chaparrón.



Suena a paranoia ochentera ¿verdad? Es que lo es.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Salutación (breve) del optimista

Rubén Darío

Ínclitos buitres ubérrimos ¿quién os ha acecinado?

martes, 16 de noviembre de 2010

De pesimismo


Si hay un adjetivo que me defina ése es pesimista. Siempre tiendo a ver todo lleno de tinieblas, no veo esperanza posible, únicamente laberintos sin salida y con varias trampas mortales. Mi botella de veneno siempre está medio llena y a punto de explotar.

Hay días, como hoy, como hace ya más de un año, en que todo me da un poquito igual: la carrera, la felicidad, la vida. Es como si me hubieran puesto un velo negro delante del camino. O más bien que me lo arrancaron sin avisar. Ya sabía yo que la vida era dura, pero joder, se ha llegado a límites extremos. Por ello pienso que no sirve de nada quejarse de que me pase media vida entre alumnos a los que llevo años, de que mi frente tenga más baches que una carretera convencional, o de que las sábanas se acaben saliendo y me dejen destapada en mitad de la noche. Tampoco me importa un bledo que la gente a mi alrededor se afilie a una u otra ideología, que me miren como una loca por llevar una camiseta comida por polillas o que un grupo de canis se dejen en ridículo en medio de un autobús. Son problemas insignificantes. Incluso una riña entre amantes me parece una ridiculez.

Supongo que habrá gente que ahora mismo muera de sed en un país del que no queremos acordarnos, o que niñas recién nacidas sean abandonadas a su suerte por nacer mujer. Pero, desgraciadamente, los humanos nos regimos por nuestras relaciones. Y los lazos de sangre tiran más que cualquier desgracia aparecida en la caja tonta. Al menos entre gente que aprecie a su familia. Igual hay personas que odien tanto a sus familiares que no tengan contacto con ellos, y mientras éstos se mueren solos tirados en la calle como un "don nadie", donan sus cuartos a ONG's que luego gastan todo en diamantes de sangre.

Pero en fin. A lo que iba. El pesimismo de no ver la luz al final del túnel. Querer gritar desgarradoramente, zarandear, abrir los ojos a otras personas. La venganza.

Es muy duro tener las ideas tan claras, pero tener delante a personas tan cegadas. Y de nuevo me asedia el pesimismo. Qué desidia.

Lo siento, chicas, la mala racha sigue entre los buitres...

jueves, 11 de noviembre de 2010

Del sentido de la vida

Escuché una vez en un programa a un profesor decir que estamos llegando a un punto en que la gente no mata al que va por la calle sólo por no ir a la cárcel, pero por ninguna otra razón. Quería decir que desde que la gente ya no cree en religiones ni en filosofías hemos dejado de preguntarnos qué sentido tiene todo esto. Y que los chavales, que hoy no estudian Filosofía, ya no tienen la oportunidad de mirar extrañados alrededor y preguntarse: "¿qué hago aquí?, ¿qué es todo esto?"

Es sobrecogedor pensarlo y darse cuenta. Es totalmente cierto. Comprar en el Bershka no dice nada acerca de cuál es nuestro destino ni quiénes somos. Por eso los adolescentes son tan estúpidos a veces. ¿Por qué van a respetar a nadie? No es una pregunta desafiante, es que realmente no lo saben.

Son humanos. Pero no tienen nada humano. Eso es bueno y es malo. La verdad es que el ser humano siempre ha arrastrado sus fanatismos y estrechas miras. En cambio, ellos son libres como los pájaros. Pero como si fueran pájaros con cerebro de pájaro, la mayoría no hace más que coger ramitas y comer gusanos. Vamos, comer lo que haya por delante, no importa lo que sea: si puedes es porque debes, así es en la naturaleza. Si puedes echarle la pata encima a otro, no lo dudes, sólo hazlo.

No es que yo esté pensando cosas así todo el día. Soy sólo una cabezahueca, una humana inhumana de éstas. Pero creo que una cosa es no formar parte de la vieja Historia de las Ideas de la Humanidad y otra diferente ser totalmente gilipollas y pisotearte a ti mismo y a tus derechos y deberes. Si quieren seguir comprando en el Bershka más vale que utilicen lo que tienen debajo del peinado y empiecen a respetar a los demás. Yo creía que eso era algo que la inteligencia percibía la primera vez que veías la luz del sol.

No quiero ser presumida pero yo siempre he encontrado desde pequeña muchas razones para respetarlo todo. Encontré el sentido de la vida en las cosas que me gustaban. Ahora lo tengo más difícil porque tengo que vigilar que no me echen la pata encima, y en la selva para protegerte sueles terminar atacando tú. Pero cuando puedo intento "ser feliz" y encontrar cosas que me gustan. Por ejemplo, ¡la moda lolita! ^^ He encontrado este videoclip de Nana Kitade, "Kibou no Kakera", ¡y me encanta! Por cierto, Kibou no Kakera significa "Fragmentos de Esperanza"...